Milán, ciudad de la moda

Muy buena semana, sobre todo a los madrileños en su Día de la Comunidad de Madrid.

¿Qué tal estáis? ¿Me habéis echado de menos? Yo a vosotros si, pero la semana pasada ha sido muy intensa de grabaciones y no he tenido tiempo casi ni de dormir. Os pido disculpas por la semana de parón y vamos al lío.

Como os comenté anteriormente hice una visita fugaz a mi mejor amiga Sara, que se encuentra viviendo en una de mis ciudades favoritas: Milán.
Fue un viaje relámpago de fin de semana pero en el que pude disfrutar no sólo de la maravillosa ciudad sino también de la compañía de mi amiga.

Hace unos años fui a conocer Milán sola, por lo que la parte turística en gran parte la tenía superada, ahora tocaba vivir la experiencia con gente que vive allí.
La primera sorpresa la viví con Navigli, una zona con un encanto especial en la que tomar el aperitivo a orillas de sus canales es lo más. El ambiente joven, animado y con múltiples opciones de ocio lo han convertido en uno de mis must dentro de la ciudad.

Navigli

Aperitivo milanés: una bebida y come todo lo que quieras 

Spritz, me encanta

Cervezas artesanas

Rincones bonitos de Navigli

Librerias con encanto y mucha moda

No pude resistirme y me traje un libro de moda, para eso era San Jordi

Otro sitio que me sorprendió fue San Lorenzo y sus columnas en versión nocturna, donde a pesar del mal tiempo había una acampada de jóvenes donde se palpaba el buen rollo; pero eso si, sin vidrios ya que el vidrio en la calle es multa segura.

Menabrea, riquisima

San Lorenzo de dia

Ni que decir tiene que la visita obligada una vez que llegas a Milán es la Piazza del Duomo, aunque esta vez no entré dentro de la catedral pero sí en las Galerias Vittorio Enmanuelle, precursoras de nuestros centros comerciales actuales.

Duomo

Galerias Vittorio Enmanuelle

En otro post os comentaré mi visita anterior a Milán para que con una mezcla de los dos podáis sacar vuestros sitios de referencia, pero sin duda éste es uno. Cada vez que voy me alucina su bóveda acristalada y toda su decoración. Como no podía ser de otra manera repetí una vez más y tomamos un cafetito en el Gucci café, donde puedes ver tranquilamente la afluencia de la galería mientras tomas un capuccino con bombones Gucci.

Galerias Vittorio Enmanuelle

Gucci Cafe

Gucci Cafe

Gucci Cafe

Gucci Cafe

Gucci Cafe

Vía Montenapoleone y Vía de la Spiga tampoco podían faltar en nuestra ruta, si bien en mi primer viaje quise descubrir Kilofascion, un outlet de ropa al peso en Via Baguta, esta vez han cambiado el nombre y concepto y ahora es un outlet de grandes marcas. Pero en lo que a outlet se refiere, mi preferido dentro del cuadrilátero es D Magazine sin ninguna duda.

Marni

Hermés

Dolce & Gabbana

Visita obligatoria también era el edificio Armani en Vía Manzoni, que dispone de todas las colecciones habidas y por haber dentro del universo Armani: libros, dulces, flores, joyas, tecnología, perfumes, ropa, restaurantes y hoteles. De aquí salieron los souvenirs para mi gente, ya que los chocolates de Armani son una de mis perdiciones y no podía pasar por alto volver a casa sin unos cuantos.

Tras un buen rissoto para comer tocaba un café en un sitio al que le tenía muchas ganas: el Martini Café de Dolce Gabbana, en un patio tranquilo y exquisito dentro de su atelier.

Sin duda el mejor risotto que he probado en mi vida: éste de calabaza de Daniele

Martini Cafe de Dolce & Gabbana

Martini Cafe de Dolce & Gabbana

Dió la casualidad que en esta ocasión estaba expuesta la copa de la champions "la orejona" que se entregará próximamente también en Milán, por lo que fuimos a verla.

Y para seguir metidos en el tema seguimos hacia San Siro a un partido del Inter, donde 3-1 contra el Udinese fue un buenísimo fin de jornada.

Ingredientes de lo más italiano en mi pizza: speck, scamorza y radicchio 

Último día en la ciudad de la moda, planazo de domingo al solecito. Feria vintage a orillas de Navigli, interesante, bonita, muy concurrida y enorme.

Navigli

me llamó muchiisimo la atención este autobús baño

Y para bajar el panzerotti de la comida, un buen paseito hacia la Piazza Cadorna, que en mi anterior visita estaba su monumento a la moda en obras y esta vez era objetivo a tener en cuenta.

Castello Sforcesco

Un buen helado italiano no podia faltar

Como os comentaba un viaje relámpago pero con una compañía inmejorable, por eso este post va para ellos: Sara, Daniele, gracias por ser unos anfitriones de pro y por hacer tan agradable mi visita.

y a vosotros, ¿qué os parece la ciudad?, ¿la conocéis?, ¿qué recomendáis?

Mil besosssss